Buena tarde, Dios les bendiga y María Santísima les alcance las gracias necesarias para vuestra Santidad.
Les dejo la dirección del libro APOSTOLADO DE REPARACIÓN; para que hagan las reparaciones; oren, mediten, y crezcan espiritualmente; descarguenlo, vívanlo y compartalo.
http://www.parroquia-santamaria.org/descargas/aposentos-oracion/ApostoladodeReparacion.pdf
SEA AMADO Y ADORADO EN TODO MOMENTO, JESÚS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
Apostolado de Reparación
miércoles, 5 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
Os llamo a uniros al Apostolado de Reparación
Noviembre 29/09 (3:20 p. m.)
inocentes. La humanidad está entrando en la más completa desolación, en el nivel más bajo de la degradación moral.
Hijitos míos: orad y reparad para que cese el pecado. Orad y reparad para que todos los hombres vuelvan a Dios.
Orad y reparad para que las leyes de Dios sean vividas. Orad y reparad para que las fuerzas del mal sean aniquiladas, para que todas las creaturas cierren las puertas a las seducciones del demonio.Orad y reparad porque muchas almas mueren en pecado mortal: almas que reciben el justo pago por sus malas acciones, por ser réprobos ante el Tribunal de la Justicia Divina.
El Apostolado de Reparación despertará vuestro espíritu adormilado, os unirá al Misterio de la Cruz.
El Apostolado de Reparación os hará almas selectas ante los ojos del Padre Eterno porque supisteis triunfar sobre el espíritu del mal.
El Apostolado de Reparación os incorpora a las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes haciendo de vosotros soldados valerosos, guerreros invencibles.
El Apostolado de Reparación abarca diversos tópicos porque es mucha la variedad de pecados, es mucha la ignominia de los hombres.
El Apostolado de Reparación mengua un poco la ira de Dios, os prepara para soportar días terribles en el tiempo de la tribulación.
El Apostolado de Reparación ablanda el corazón de los pecadores más empedernidos, de los más alejados del camino del Señor.
El Apostolado de Reparación arrebata muchas almas de las garras de satanás, las lleva al arrepentimiento, a enmendar sus vidas.
El Apostolado de Reparación desata lluvias de bendiciones y de gracias; caen como susurro de brisa suave en el corazón árido y estéril de las almas que se hallan en pecado.
El Apostolado de Reparación acorta el tiempo, disminuye los sufrimientos por la gran prueba.
El Apostolado de Reparación despierta en el alma reparadora: anhelos de santidad, deseos de permanecer en el monte Gólgota sanando las llagas del adorable Cuerpo de Jesús, recogiendo la Sangre Preciosa que corre por sus heridas. Sangre Preciosa que embriaga de Amor Divino. Sangre Preciosa que purifica, libera.
El Apostolado de Reparación os hace mis hijos amados; hijos a los que arropo cariñosamente bajo la orla de mi Manto Celestial. Hijos a los que protejo celosamente de las asechanzas del enemigo.
El Apostolado de Reparación aviva en vosotros la espiritualidad, os consume en fervorosos deseos de ser buenos.
El Apostolado de Reparación transforma vuestra oración en himnos de Ángeles, renueva vuestra vida interior.
El Apostolado de Reparación os lleva al cumplimiento perfecto de vuestros deberes según vuestro estado de vida, porque vuestro único fin es desagraviar el Corazón Agonizante de Jesús. Corazón
que no es amado y adorado por todos los hombres.
Corazón cercenado de espinas por los pecados de la humanidad.
Corazón que pasa por el fuego de la ingratitud y de la deslealtad de muchos de mis hijos.
Corazón que dentro de poco triunfará, reinará en toda la tierra.
Corazón que pronto juzgará con misericordia pero también con justicia.
El alma reparadora hace diariamente los actos de reparación al Corazón Agonizante de Jesús.
El Apostolado de Reparación despierta en vuestro corazón un deseo de uniros al sufrimiento del Sacratísimo Corazón de Jesús mediante las horas nocturnas de reparación. Horas que alivianarán el peso de la cruz del Mártir del Gólgota. Horas que acelerarán el triunfo de nuestros Sagrados Corazones. Horas que os mantendrán como soldados activos del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes.
Horas que llevarán a la conversión perfecta a muchísimas almas, porque vuestra oración subirá como incienso al Cielo. Horas que os dará, a vosotras almas reparadoras, perfección en la virtud. Horas
que habrán de recitarse en este tiempo de tribulación. Horas que servirán como voz de alerta para toda la humanidad, porque el mundo tendrá que volver al orden primero de la creación.
El Apostolado de Reparación mueve vuestro espíritu a reparar por las abominaciones que se cometen en contra del Corazón Eucarístico de Jesús. Los primeros jueves de mes sentiréis la necesidad de
visitar su Tabernáculo de Amor Divino, os presentaréis ante la Soberana Majestad, queriéndoos llevar su dolor, queriéndoos servir de medicina a su Corazón Agonizante.
El alma reparadora medita los primeros jueves de mes en los actos de reparación al Corazón Eucarístico de Jesús.
El Apostolado de Reparación promueve la gran devoción de los nueve primeros viernes porque ante tanto amor que Jesús prodiga a sus creaturas, recibe tan sólo ingratitudes y desprecios; comulgan
los primeros viernes de mes para reparar, en lo posible, las ofensas durante el mes en el Santísimo Sacramento; divulga la gran promesa de misericordia del Sagrado Corazón de Jesús que concede a
todos aquellos que comulguen los primeros viernes, nueve meses seguidos: la gracia de la penitencia final, no morirán en enemistad sin recibir los Sacramentos, el Divino Corazón será asilo seguro en
su hora postrera.
Las almas reparadoras meditarán los primeros viernes de mes en los excesos de Amor del Sagrado Corazón.
El Apostolado de Reparación promueve los cinco primeros sábados de mes. Hacen suya mi promesa de asistiros en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para vuestra salvación si el primer
sábado de cinco meses seguidos: se confiesan, comulgan y me hacen compañía meditando los misterios del Santo Rosario con la intensión de ofrecerme un acto de reparación. Las almas reparadoras meditarán los cinco primeros sábados de mes en los excesos de Amor del Inmaculado Corazón.
El Apostolado de Reparación acompaña a Jesús de las 10 a las 12 de la noche. Hora de terrible soledad en el huerto del Getsemaní.
Repara con su desvelo de amor por el adormilamiento de sus tres discípulos; noche en que exudó gotas de Sangre Preciosa por los pecados de la humanidad. Noche en que se preparó para morir en
la cruz, noche en que uno de sus discípulos le daría un beso traidor, lo vendería por 30 monedas.
Las almas reparadoras meditan en las noches de cada jueves en el aposento de reparación. Hora santa que os une a los padecimientos del Corazón sufriente de Jesús.
El Apostolado de Reparación promueve la reparación sacerdotal porque, éstos, mis hijos predilectos son el punto blanco de satanás.
Éstos, mis hijos predilectos, necesitan de vuestros sacrificios y oraciones para ser fortalecidos ante las seducciones del mal. La reparación sacerdotal es una urgencia en este final de los tiempos
porque muchas de estas almas privilegiadas caen en tentación y por ende en pecado; muchas de estas almas privilegiadas se encuentran en el abismo del infierno; almas que no supieron ser fieles al llamamiento, almas que no imitaron las virtudes del Divino Maestro.
Las almas reparadoras meditan el aposento de reparación sacerdotal; aposento que cuestiona a los sacerdotes a una vida de santidad; aposento que los sumerge en mi Inmaculado Corazón para
defenderlos del demonio. Aposento que les alerta del sufrimiento que les espera si no viven la Palabra de Dios, si no encarnan el Evangelio.
El Apostolado de Reparación promueve la meditación de los ocho dolores de mi Inmaculado Corazón porque sumo bien hace al alma que reflexiona en mi pasión, sumo bien hace al alma que todos los días sábados aplique bálsamo de alivio a mi Corazón Maternal.
Corazón de Madre que ama a todos sus hijos por igual. Corazón de Madre que intercede para que todas las almas se salven. Corazón de Madre que desea quemar el pecado de los hombres con la llama
de mi Amor Santo. Corazón de Madre que os quiere dar alimento sólido y leche espiritual para que permanezcáis sanos y robustos en la fe.
El Apostolado de Reparación cuenta con un Ejército selecto de almas víctimas; almas que se ofrecen como mártires de amor a la Justicia y Misericordia Divina; almas que son pequeños pararrayos
del Gran Pararrayos que es Jesucristo, Víctima Divina. Almas que permanecen en el monte Calvario reparando, con su sufrimiento e inmolación en la cruz, los pecados de toda la humanidad; almas
que minimizan la justa cólera del Padre Celestial. Almas que, con sus continuas penitencias y mortificaciones, son medio para que otras almas se salven. Los mártires del Amor Divino meditan en el manual de almas víctimas, manual que las lleva a una continua reparación y expiación de todas las faltas.
María Santísima dice:
Hijos míos: os llamo a uniros al Apostolado de Reparación porque es mucho el sufrimiento de los Sagrados Corazones Unidos, es mucha la ingratitud de los hombres para con Dios. Es una urgencia que el Apostolado de Reparación se extienda por el mundo entero, porque el humo de satanás se ha entrado en la Iglesia. La legalización del aborto en muchos países está cobrando la vida de muchas almasinocentes. La humanidad está entrando en la más completa desolación, en el nivel más bajo de la degradación moral.
Hijitos míos: orad y reparad para que cese el pecado. Orad y reparad para que todos los hombres vuelvan a Dios.
Orad y reparad para que las leyes de Dios sean vividas. Orad y reparad para que las fuerzas del mal sean aniquiladas, para que todas las creaturas cierren las puertas a las seducciones del demonio.Orad y reparad porque muchas almas mueren en pecado mortal: almas que reciben el justo pago por sus malas acciones, por ser réprobos ante el Tribunal de la Justicia Divina.
El Apostolado de Reparación despertará vuestro espíritu adormilado, os unirá al Misterio de la Cruz.
El Apostolado de Reparación os hará almas selectas ante los ojos del Padre Eterno porque supisteis triunfar sobre el espíritu del mal.
El Apostolado de Reparación os incorpora a las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes haciendo de vosotros soldados valerosos, guerreros invencibles.
El Apostolado de Reparación abarca diversos tópicos porque es mucha la variedad de pecados, es mucha la ignominia de los hombres.
El Apostolado de Reparación mengua un poco la ira de Dios, os prepara para soportar días terribles en el tiempo de la tribulación.
El Apostolado de Reparación ablanda el corazón de los pecadores más empedernidos, de los más alejados del camino del Señor.
El Apostolado de Reparación arrebata muchas almas de las garras de satanás, las lleva al arrepentimiento, a enmendar sus vidas.
El Apostolado de Reparación desata lluvias de bendiciones y de gracias; caen como susurro de brisa suave en el corazón árido y estéril de las almas que se hallan en pecado.
El Apostolado de Reparación acorta el tiempo, disminuye los sufrimientos por la gran prueba.
El Apostolado de Reparación despierta en el alma reparadora: anhelos de santidad, deseos de permanecer en el monte Gólgota sanando las llagas del adorable Cuerpo de Jesús, recogiendo la Sangre Preciosa que corre por sus heridas. Sangre Preciosa que embriaga de Amor Divino. Sangre Preciosa que purifica, libera.
El Apostolado de Reparación os hace mis hijos amados; hijos a los que arropo cariñosamente bajo la orla de mi Manto Celestial. Hijos a los que protejo celosamente de las asechanzas del enemigo.
El Apostolado de Reparación aviva en vosotros la espiritualidad, os consume en fervorosos deseos de ser buenos.
El Apostolado de Reparación transforma vuestra oración en himnos de Ángeles, renueva vuestra vida interior.
El Apostolado de Reparación os lleva al cumplimiento perfecto de vuestros deberes según vuestro estado de vida, porque vuestro único fin es desagraviar el Corazón Agonizante de Jesús. Corazón
que no es amado y adorado por todos los hombres.
Corazón cercenado de espinas por los pecados de la humanidad.
Corazón que pasa por el fuego de la ingratitud y de la deslealtad de muchos de mis hijos.
Corazón que dentro de poco triunfará, reinará en toda la tierra.
Corazón que pronto juzgará con misericordia pero también con justicia.
El alma reparadora hace diariamente los actos de reparación al Corazón Agonizante de Jesús.
El Apostolado de Reparación despierta en vuestro corazón un deseo de uniros al sufrimiento del Sacratísimo Corazón de Jesús mediante las horas nocturnas de reparación. Horas que alivianarán el peso de la cruz del Mártir del Gólgota. Horas que acelerarán el triunfo de nuestros Sagrados Corazones. Horas que os mantendrán como soldados activos del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes.
Horas que llevarán a la conversión perfecta a muchísimas almas, porque vuestra oración subirá como incienso al Cielo. Horas que os dará, a vosotras almas reparadoras, perfección en la virtud. Horas
que habrán de recitarse en este tiempo de tribulación. Horas que servirán como voz de alerta para toda la humanidad, porque el mundo tendrá que volver al orden primero de la creación.
El Apostolado de Reparación mueve vuestro espíritu a reparar por las abominaciones que se cometen en contra del Corazón Eucarístico de Jesús. Los primeros jueves de mes sentiréis la necesidad de
visitar su Tabernáculo de Amor Divino, os presentaréis ante la Soberana Majestad, queriéndoos llevar su dolor, queriéndoos servir de medicina a su Corazón Agonizante.
El alma reparadora medita los primeros jueves de mes en los actos de reparación al Corazón Eucarístico de Jesús.
El Apostolado de Reparación promueve la gran devoción de los nueve primeros viernes porque ante tanto amor que Jesús prodiga a sus creaturas, recibe tan sólo ingratitudes y desprecios; comulgan
los primeros viernes de mes para reparar, en lo posible, las ofensas durante el mes en el Santísimo Sacramento; divulga la gran promesa de misericordia del Sagrado Corazón de Jesús que concede a
todos aquellos que comulguen los primeros viernes, nueve meses seguidos: la gracia de la penitencia final, no morirán en enemistad sin recibir los Sacramentos, el Divino Corazón será asilo seguro en
su hora postrera.
Las almas reparadoras meditarán los primeros viernes de mes en los excesos de Amor del Sagrado Corazón.
El Apostolado de Reparación promueve los cinco primeros sábados de mes. Hacen suya mi promesa de asistiros en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para vuestra salvación si el primer
sábado de cinco meses seguidos: se confiesan, comulgan y me hacen compañía meditando los misterios del Santo Rosario con la intensión de ofrecerme un acto de reparación. Las almas reparadoras meditarán los cinco primeros sábados de mes en los excesos de Amor del Inmaculado Corazón.
El Apostolado de Reparación acompaña a Jesús de las 10 a las 12 de la noche. Hora de terrible soledad en el huerto del Getsemaní.
Repara con su desvelo de amor por el adormilamiento de sus tres discípulos; noche en que exudó gotas de Sangre Preciosa por los pecados de la humanidad. Noche en que se preparó para morir en
la cruz, noche en que uno de sus discípulos le daría un beso traidor, lo vendería por 30 monedas.
Las almas reparadoras meditan en las noches de cada jueves en el aposento de reparación. Hora santa que os une a los padecimientos del Corazón sufriente de Jesús.
El Apostolado de Reparación promueve la reparación sacerdotal porque, éstos, mis hijos predilectos son el punto blanco de satanás.
Éstos, mis hijos predilectos, necesitan de vuestros sacrificios y oraciones para ser fortalecidos ante las seducciones del mal. La reparación sacerdotal es una urgencia en este final de los tiempos
porque muchas de estas almas privilegiadas caen en tentación y por ende en pecado; muchas de estas almas privilegiadas se encuentran en el abismo del infierno; almas que no supieron ser fieles al llamamiento, almas que no imitaron las virtudes del Divino Maestro.
Las almas reparadoras meditan el aposento de reparación sacerdotal; aposento que cuestiona a los sacerdotes a una vida de santidad; aposento que los sumerge en mi Inmaculado Corazón para
defenderlos del demonio. Aposento que les alerta del sufrimiento que les espera si no viven la Palabra de Dios, si no encarnan el Evangelio.
El Apostolado de Reparación promueve la meditación de los ocho dolores de mi Inmaculado Corazón porque sumo bien hace al alma que reflexiona en mi pasión, sumo bien hace al alma que todos los días sábados aplique bálsamo de alivio a mi Corazón Maternal.
Corazón de Madre que ama a todos sus hijos por igual. Corazón de Madre que intercede para que todas las almas se salven. Corazón de Madre que desea quemar el pecado de los hombres con la llama
de mi Amor Santo. Corazón de Madre que os quiere dar alimento sólido y leche espiritual para que permanezcáis sanos y robustos en la fe.
El Apostolado de Reparación cuenta con un Ejército selecto de almas víctimas; almas que se ofrecen como mártires de amor a la Justicia y Misericordia Divina; almas que son pequeños pararrayos
del Gran Pararrayos que es Jesucristo, Víctima Divina. Almas que permanecen en el monte Calvario reparando, con su sufrimiento e inmolación en la cruz, los pecados de toda la humanidad; almas
que minimizan la justa cólera del Padre Celestial. Almas que, con sus continuas penitencias y mortificaciones, son medio para que otras almas se salven. Los mártires del Amor Divino meditan en el manual de almas víctimas, manual que las lleva a una continua reparación y expiación de todas las faltas.
jueves, 30 de enero de 2014
Sed apóstoles reparadores, decidme: sí
Octubre 8/09 (10:14 a. m.)
Tomad la capa con la que me vistieron de rey.
Tomad la caña, caña que me entregaron por cetro.
Tomad la esponja, esponja empapada en vinagre para calmar mi sed.
Tomad mi lanza, lanza que perforó mis Sagrado Costado para evidenciar mi muerte, mi partida.
Tomad mis clavos; clavos que perforaron mis manos y mis pies, clavos que me hicieron desangrar.
Tomad mi Cruz y adoradla, reparad por los que reniegan del sufrimiento, de la enfermedad.
Tomad la soga con que amarraron mis manos como al peor de los criminales.
Tomad mi túnica, echada a suertes, y reparad porque, aún, vivo místicamente mi Pasión. Decidíos a ofrecer vuestra vida en reparación por los desprecios e ingratitudes que recibo de muchísimas almas.
Amén
Jesús dice:
Hijos míos: no dudéis en decirme sí, sed apóstoles reparadores; permaneced de rodillas en el calvario del Sagrario llevando en vuestras manos y en vuestro corazón mi corona de espinas. Corona que produjo hinchazón y acerbísimos dolores.Tomad la capa con la que me vistieron de rey.
Tomad la caña, caña que me entregaron por cetro.
Tomad la esponja, esponja empapada en vinagre para calmar mi sed.
Tomad mi lanza, lanza que perforó mis Sagrado Costado para evidenciar mi muerte, mi partida.
Tomad mis clavos; clavos que perforaron mis manos y mis pies, clavos que me hicieron desangrar.
Tomad mi Cruz y adoradla, reparad por los que reniegan del sufrimiento, de la enfermedad.
Tomad la soga con que amarraron mis manos como al peor de los criminales.
Tomad mi túnica, echada a suertes, y reparad porque, aún, vivo místicamente mi Pasión. Decidíos a ofrecer vuestra vida en reparación por los desprecios e ingratitudes que recibo de muchísimas almas.
Amén
miércoles, 29 de enero de 2014
Os llamo a ser Apóstoles Reparadores de los Sagrados Corazones
Octubre 8/09 (9:20 a. m.)
Os llamo a ser Apóstoles Reparadores de los Sagrados Corazones.
Apóstoles que sabrán ser luz con su testimonio de vida.
Apóstoles asiduos a los Sacramentos.
Apóstoles interesados en dar gloria a mi Santo Nombre.
Apóstoles imitadores de nuestras adorables virtudes.
Apóstoles preocupados en reparar las ofensas, los ultrajes, los sacrilegios, las profanaciones que diariamente recibo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Hijos míos: atended a mi llamado. Estáis en el tiempo del libertinaje sexual y de la inmoralidad; estáis en el tiempo de las tinieblas, de la oscuridad porque los hombres se han alejado del camino
recto; los hombres se hallan inmersos en el lodazal del pecado; el ateísmo, el hedonismo está causando estragos en la vida espiritual de muchísimos de mis hijos; hijos que hieren nuestros Sagrados
Corazones con su apatía e indolencia para recibir las gracias y las bendiciones de nuestro Amor Santo y Divino.Por lo tanto, hijos carísimos: iniciad un apostolado de reparación.
Apostolado que se extienda por muchísimos países. Apostolado que al unísono griten: ¡Inmolación. Reparación!
Apostolado que tendrá como fin: reparar por todos los pecados de la humanidad.
Apóstoles que tienen la primacía de menguar nuestro gran dolor, porque el Inmaculado Corazón de mi Madre y mi Sagrado Corazón no son amados en la inmensidad de nuestro amor para con vosotros.
El Apostolado de Reparación adelantará el triunfo del Inmaculado Corazón de María y el Reinado de mi Sagrado Corazón.
El Apostolado de Reparación os abrirá las puertas hacia la Nueva Jerusalén.
El Apostolado de Reparación llevará a cada uno de sus apóstoles a consumirse en un idilio de Amor Santo y Divino.
El Apostolado de Reparación es una urgencia porque mi copa reboza, porque muy pronto llegaré hacia vosotros bajo dos medidas: de misericordia y justicia.
El Apostolado de Reparación os hará como lámparas de Amor Santo y Divino. Lámparas que irradiarán con su luz propia, la oscuridad del mundo; mundo cubierto por las densas tinieblas del pecado.
El Apostolado de Reparación conducirá a sus apóstoles a una vida de santidad porque cada pecado será reparado a través de la oración y del sacrificio.
Hijos amados: cómo no recurrir a la generosidad de vuestros corazones. Cómo no pediros que seáis, vosotros, los pioneros de este gran Apostolado de Reparación.
Atended a uno de los últimos llamamientos que hago a toda la humanidad. No sea que lo posterguéis para el día de mañana, el día que queráis dar cumplimiento a mi petición, se os haga demasiado tarde.
Promoved el Apostolado de Reparación en los lugares donde mi Espíritu Divino os envíe, porque reparando por los pecados del mundo entero: reparáis por vuestros propios pecados y los pecados
de vuestra familia.
Que vuestra vida sea actos sucesivos de reparación al Amor Santo y Divino.
Os amo y os bendigo, apóstoles reparadores de los Sacratísimos Corazones. Amén.
Jesús dice:
Hijos míos: ya sabéis del sufrimiento que embriaga a los Sacratísimos Corazones Unidos y Traspasados. Unidos en un mismo amor y traspasados por un mismo dolor.Os llamo a ser Apóstoles Reparadores de los Sagrados Corazones.
Apóstoles que sabrán ser luz con su testimonio de vida.
Apóstoles asiduos a los Sacramentos.
Apóstoles interesados en dar gloria a mi Santo Nombre.
Apóstoles imitadores de nuestras adorables virtudes.
Apóstoles preocupados en reparar las ofensas, los ultrajes, los sacrilegios, las profanaciones que diariamente recibo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Hijos míos: atended a mi llamado. Estáis en el tiempo del libertinaje sexual y de la inmoralidad; estáis en el tiempo de las tinieblas, de la oscuridad porque los hombres se han alejado del camino
recto; los hombres se hallan inmersos en el lodazal del pecado; el ateísmo, el hedonismo está causando estragos en la vida espiritual de muchísimos de mis hijos; hijos que hieren nuestros Sagrados
Corazones con su apatía e indolencia para recibir las gracias y las bendiciones de nuestro Amor Santo y Divino.Por lo tanto, hijos carísimos: iniciad un apostolado de reparación.
Apostolado que se extienda por muchísimos países. Apostolado que al unísono griten: ¡Inmolación. Reparación!
Apostolado que tendrá como fin: reparar por todos los pecados de la humanidad.
Apóstoles que tienen la primacía de menguar nuestro gran dolor, porque el Inmaculado Corazón de mi Madre y mi Sagrado Corazón no son amados en la inmensidad de nuestro amor para con vosotros.
El Apostolado de Reparación adelantará el triunfo del Inmaculado Corazón de María y el Reinado de mi Sagrado Corazón.
El Apostolado de Reparación os abrirá las puertas hacia la Nueva Jerusalén.
El Apostolado de Reparación llevará a cada uno de sus apóstoles a consumirse en un idilio de Amor Santo y Divino.
El Apostolado de Reparación es una urgencia porque mi copa reboza, porque muy pronto llegaré hacia vosotros bajo dos medidas: de misericordia y justicia.
El Apostolado de Reparación os hará como lámparas de Amor Santo y Divino. Lámparas que irradiarán con su luz propia, la oscuridad del mundo; mundo cubierto por las densas tinieblas del pecado.
El Apostolado de Reparación conducirá a sus apóstoles a una vida de santidad porque cada pecado será reparado a través de la oración y del sacrificio.
Hijos amados: cómo no recurrir a la generosidad de vuestros corazones. Cómo no pediros que seáis, vosotros, los pioneros de este gran Apostolado de Reparación.
Atended a uno de los últimos llamamientos que hago a toda la humanidad. No sea que lo posterguéis para el día de mañana, el día que queráis dar cumplimiento a mi petición, se os haga demasiado tarde.
Promoved el Apostolado de Reparación en los lugares donde mi Espíritu Divino os envíe, porque reparando por los pecados del mundo entero: reparáis por vuestros propios pecados y los pecados
de vuestra familia.
Que vuestra vida sea actos sucesivos de reparación al Amor Santo y Divino.
Os amo y os bendigo, apóstoles reparadores de los Sacratísimos Corazones. Amén.
miércoles, 22 de enero de 2014
EN LAS FUENTES DE MI DIVINO CORAZÓN II
Hola hermanos; confiando en que han estado leyendo juiciosos el primer libro -En las fuentes de Mi Divino Corazón I-; les comparto el segundo libro -En las fuentes de Mi Divino Corazón II; ¡POR FAVOR LEAN! Dios les bendiga
http://aparicionesdejesusymaria.files.wordpress.com/2011/06/2_en-las-fuentes-de-mi-divino-corazon-ii-oct-nov-2007.pdf
http://aparicionesdejesusymaria.files.wordpress.com/2011/06/2_en-las-fuentes-de-mi-divino-corazon-ii-oct-nov-2007.pdf
martes, 21 de enero de 2014
EJERCITO VICTORIOSO DE LOS CORAZONES TRIUNFANTES
Esta página tiene varias de las oraciones y algunos de los libros dictados a Agustín del Divino Corazón, les invito a visitar la página y a leer los mensajes.
http://ejercitocorazonestriunfantes.atspace.cc/index.htm
Que pena con ustedes no se que pasa, pero tendrán que copiar el link y ponerlo en el buscador que tengan, pues el enlace no está directo.
Dios les bendiga infinitamente
http://ejercitocorazonestriunfantes.atspace.cc/index.htm
Que pena con ustedes no se que pasa, pero tendrán que copiar el link y ponerlo en el buscador que tengan, pues el enlace no está directo.
Dios les bendiga infinitamente
lunes, 20 de enero de 2014
María, Maestra de los Apóstoles de los ultimos tiempos
¿Quien como Dios? Nadie como Dios
“…Os he dado un gran tesoro, un gran regalo divino: La Consagración a mi Inmaculado Corazón. Allí en la Consagración a mi Inmaculado Corazón os preparo como soldados valerosos, soldados guerreros de mi Ejército Victorioso para que podáis batallar contra el adversario, seguros que no experimentaréis la derrota. Atended a estos últimos llamamientos angustiosos porque la tierra pasará por una gran purificación (purificación por medio de una lluvia de fuego). Si os anuncio, si os prevengo de acontecimientos de gran magnitud para el mundo entero: os daré remedios, os daré elementos para que aprendáis a enfrentarlos, para que paséis por el fuego del sufrimiento, ilesos. Por ser el Remanente fiel de la Iglesia, recibiréis la marca de la Cruz en la frente y en la mano. Por ser el Remanente fiel de la Iglesia recibiréis la gran protección de San Miguel Arcángel. Él os cubrirá bajo su capa celestial y os defenderá con su espada divina. Por ser el Remanente fiel de la Iglesia, Jesús, mi Hijo Amado os cubrirá con su Sangre Preciosa. Sangre Preciosa que será coraza, armadura celestial para que satanás no os hiera con su aguijón ponzoñoso. Sangre Preciosa que os revestirá de una fuerza sobrenatural, de tal modo que no os dejaréis vencer, ni amilanar en este tiempo de tribulación y de justicia…”
Pronto Jesús instaurará su reino de gloria en la tierra
María Santísima dice:
Hijos míos: María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, os está formando para que os preparéis para el segundo advenimiento de mi Hijo Jesús. Os he dado un gran tesoro, un gran regalo divino: La Consagración a mi Inmaculado Corazón. Allí os dí distintas lecciones de Amor Santo. Lecciones que os forman como mis discípulos aventajados en el Saber Celestial. Lecciones que corren las cortinas de vuestros ojos y os dejan ver lo que otros no pueden ver. Lecciones que destapan vuestros oídos a mi voz, a mis mensajes, a mis llamamientos Maternales en este tiempo final. Allí en la Consagración a mi Inmaculado Corazón os preparo como soldados valerosos, soldados guerreros de mi Ejército Victorioso para que podáis batallar contra el adversario, seguros que no experimentaréis la derrota. Soy la Capitana de este gran Ejército y a todos vosotros, hijos míos, os guardaré en el refugio seguro de mi Inmaculado Corazón.
Atended a estos últimos llamamientos angustiosos porque la tierra pasará por una gran purificación (purificación por medio de una lluvia de fuego), de tal modo que las puertas y compuertas de la Nueva Jerusalén se abran.
Si os anuncio, si os prevengo de acontecimientos de gran magnitud para el mundo entero: os daré remedios, os daré elementos para que aprendáis a enfrentarlos, para que paséis por el fuego del sufrimiento, ilesos. Porque siempre os protegeré. Siempre os salvaguardaré, por ser el remanente fiel de la Iglesia; para no dejaros atraer ni seducir por falsas doctrinas, por filosofías llamativas y extrañas, por pensamientos heréticos y anatemas que no van en coherencia con las Sagradas Escrituras ni con el Magisterio de la Iglesia.
Por ser el Remanente fiel de la Iglesia, recibiréis la marca de la Cruz en la frente y en la mano. Por ser el Remanente fiel de la Iglesia recibiréis la gran protección de San Miguel Arcángel. Él os cubrirá bajo su capa celestial y os defenderá con su espada divina. Por ser el Remanente fiel de la Iglesia, Jesús, mi Hijo Amado os cubrirá con su Sangre Preciosa. Sangre Preciosa que será coraza, armadura celestial para que satanás no os hiera con su aguijón ponzoñoso. Sangre Preciosa que os revestirá de una fuerza sobrenatural, de tal modo que no os dejaréis vencer, ni amilanar en este tiempo de tribulación y de justicia.
Hijos míos: el tiempo de la tribulación y de la justicia es el tiempo que antecede al segundo advenimiento de mi Hijo Jesús; es el final de los tiempos que traen consigo purificación pero también liberación, porque pronto Jesús instaurará su reino de gloria en la tierra.
Pronto Jesús derrotará a satanás y sus secuaces, les enviará a las profundidades del infierno.
Pronto Jesús vendrá a juzgar a la humanidad bajo dos medidas: misericordia y justicia.
Pronto Jesús os pagará, os dará premio de gloria o condenación eterna.
Carísimos hijos: vosotros que sois sencillos, humildes y de corazón puro os llamo a la oración.
Oración que os dará fuerzas. Oración que os sustraerá del mundo de las tinieblas, del mundo de la oscuridad.
Oración que os arrancará de las garras del demonio; demonio que quiere llevarse consigo infinidad de almas; demonio que os quita la vergüenza para pecar y os la devuelve para confesaros; demonio que cree haber ganado la victoria, demonio que cree haber triunfado, cuando muy pronto será destronado de su imperio de mentira, será bajado de su silla, porque él ha de ser debilitado, ha de ser subyugado, ha de ser vencido.
La oración es un remedio que entrego en vuestras manos, apóstoles de los últimos tiempos.
Si no oráis, pereceréis; os enfermaréis del espíritu; vuestro corazón se gangrenará por la lepra del pecado.
La oración os dará luz para que no caigáis en precipicios de oscuridad, para que no os dejéis arrebatar las Gracias y favores Divinos.
La oración os mantendrá firmes como soldados rasos de mi Ejército Victorioso, os avivará en el espíritu para que no os adormiléis, para que no caigáis en el sueño letargo.
La oración oxigenará vuestro corazón, corazón que palpitará con vehemencia, con ímpetu adhiriéndose al Corazón de Jesús y a mi Inmaculado Corazón.
La oración es un remedio para este final de los tiempos.
Orad en todo tiempo y en todo lugar.
Orad para que no seáis sorprendidos por el espíritu engañador.
Orad para que no seáis seducidos y confundidos por el hijo de la perdición, porque muy pronto la silla de San Pedro estará vacía y el usurpador tomará el puesto que no le corresponde.
Orad porque grandes pruebas os sobrevendrán. Os lo he repetido: los dolores de parto ya han dado inicio y el mundo entero pasará por el cedazo de la purificación.
Hijos míos: la oración os fortalecerá en los días aciagos, en los días difíciles, cuando no sintáis la presencia del Señor, pero Él no os abandonará. Él no se separará de vosotros. Permanecerá a vuestro lado si sois fieles, si no os dejáis contagiar por la epidemia espiritual, epidemia que causará la muerte espiritual a muchos de mis hijos, porque muchos serán arrancados de la verdad; epidemia espiritual que os lleva a la pérdida de la fe.
Hijos amantísimos: tomad en vuestras manos el Santo Rosario y ofrecedme esta sencilla, esta, mi oración predilecta. El Rosario os atará a mi Inmaculado Corazón, os abrasaré con la llama de mi Amor Santo, os guardaré en el refugio de mi Inmaculado Corazón y el adversario no os podrá hacer daño, el adversario no podrá acercarse a vosotros porque él no soporta mi presencia, me teme, sabe que muy pronto descenderé del Cielo y con mi talón pisaré la cabeza de la serpiente. Sabe que muy pronto mi Inmaculado Corazón triunfará. Sabe que muy pronto el Sacratísimo Corazón de mi Hijo Jesús Reinará en todo el mundo.
El Santo Rosario es la oración que enceguece, ensordece, debilita a satanás.
El Santo Rosario es la oración que lleva al adversario y a sus secuaces a la desesperación, porque a través de mi oración predilecta los hombres llegan a la cima de la santidad; porque a través de mi oración predilecta los hombres dan fin, muerte, término al hombre terrenal. A través de mi oración predilecta los hombres empiezan a sentir repugnancia por el pecado y por las cosas del mundo, haciéndose más sensibles y más susceptibles a los Misterios Divinos.
El Santo Rosario, amados míos, os da fuerzas en la tentación, os da temple en la tribulación, os da luz en los
días de tiniebla, en los días de oscuridad porque gruesas capas de oscuridad, de nubarrones negros cubren la tierra. Es tanto el pecado, es tanta la maldad, es tanto el alejamiento de los hombres para con Dios, que satanás a creído ganar la guerra, ha creído haber derrotado mi Ejército Victorioso. Ejército que abrirá la Nueva Jerusalén.
Ejército que sacará al mundo de su aletargamiento, de su somnolencia haciéndole sentir el pronto regreso de Jesús.
El Santo Rosario os hace radiantes, luminosos, os hace puros. El Santo Rosario os hace esbeltos como los Santos Ángeles. El Santo Rosario aquieta vuestro corazón en la turbulencia, sosiega vuestro espíritu en la fuerte tempestad.
Hijitos míos: para las grandes pruebas, para los grandes sufrimientos, el Santo Rosario es medicina del Cielo, Gracia Divina que no os dejará tropezar ni caer, os levantará, os llevará a la meta, al Cielo prometido.
Las almas que rezan con el corazón, que unen sus tres potencias en una sola y contemplan los misterios del Santo Rosario, perfuman con el fragante nardo, con la rosa más exquisita y fina del Cielo los ambientes más lúgubres, los ambientes más sombríos.
Como apóstoles de los últimos tiempos estáis llamados a la práctica y devoción del Santo Rosario.
Soy vuestra Madre, soy vuestra Maestra que os pide la corona completa del Santo Rosario; cuerda con la que encadenaré y ataré a satanás en este final de los tiempos.
Os amo, os bendigo en este día de gracia.
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